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Usa tus ojos espirituales

Esta semana escuché una frase que ha sido utilizada por algunos pastores, líderes espirituales e inclusive entrenadores deportivos. La había oído anteriormente, pero esta vez me dejó meditando. La frase dice que a la hora de decidir cómo gastar el tiempo, es importante considerar aquello que nos llevará hasta donde queremos estar a largo plazo. No solo pensar en lo que deseamos hacer en el momento.

Recientemente tuve un día libre. Tenía la oportunidad de decidir entre tomar una siesta, ver televisión o estudiar acerca de mi nuevo trabajo. Lo que realmente quería hacer era descansar, pero sabía que no era lo que necesitaba. Si me esforzaba un poco más podía mejorar a la hora de realizar algunas labores que estaba aprendiendo en mi trabajo.

Esto no solamente me llevaría a donde quería estar a largo plazo. Además, en un futuro cercano, me ahorraría tiempo y me ayudaría a tener mejores y frecuentes descansos. Para ello, sin embargo, era importante ver las cosas con los ojos correctos, pensando en el futuro y en las consecuencias de mis acciones a largo plazo. No solamente guiándome por lo que deseaba en ese momento efímero.

Los ojos terrenales

Lo contrario le sucedió a Lot cuando tuvo que tomar una decisión junto a su tío Abraham. Dice la Biblia en Génesis 13 que ambos tenían tanto ganado y trabajadores, que los pastores de ambos comenzaron a pelearse. Se cruzaban al momento de buscar terreno para pastar sus animales y caían en conflicto. Para poder llegar a un acuerdo, Abraham propuso que cada uno tomara un lado distinto del terreno con el fin de evitar cualquier conflicto entre ellos y sus pastores.

Por un lado el terreno se veía verde y hermoso; por el otro, árido y seco. Sus ojos terrenales llevaron a Lot a elegir lo que en ese momento se veía mejor y más aceptable. Pero precisamente ese era el problema, estaba viendo la situación con ojos terrenales.

Más adelante, cuando cada uno estaba ya en su tierra, Dios prosperó el terreno de Abraham y su ganado, pues su corazón estaba en el lugar correcto. Él no había visto las cosas a corto plazo, sino que había pensado en las implicaciones espirituales de la situación. Así es como funciona el reino de Dios. No siempre es lo que pensamos o imaginamos.

Practicando la visión correcta

Esta frase acerca de pensar en mis metas a largo plazo, en mi futuro glorioso con Dios, me lleva a ver de manera distinta cada decisión que debo tomar. Me invita a recordar la historia de Lot y a buscar ser como Abraham, quien buscaba primeramente agradar a Dios y tomaba decisiones pensando no en lo que deseaba en el momento, sino en el futuro glorioso que le esperaba.

Cuando Dios le dijo a Abraham que saliera de su casa y de su parentela para hacer de él una nación grande, pensó en aquel final para dar los primeros pasos. Pensó en aquella promesa cuando no podía tener un hijo, cuando se encontraba en tierras extranjeras y cuando organizaba su ganado y a su familia.

El día de hoy le pido sabiduría a Dios para tomar de esa manera cada decisión para ver las cosas con ojos espirituales, y no terrenales y momentáneos. Que pueda, con la gracia del Espíritu, llegar a cumplir aquellas metas a las que Dios me ha llamado. Oro lo mismo para ti.

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