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Cómo lidiar con el dolor incomprendido

Hay personas que atraviesan situaciones dolorosas que son tan evidentes y expuestas, que las personas a su alrededor buscan alguna forma de apoyarlas, de aligerar la carga y de acompañarlas en el difícil proceso de aflicción. Como bien dice el proverbio: «En todo tiempo ama el amigo, Y el hermano nace para tiempo de angustia» (Prov. 17:17, NBLA). Esto es maravilloso, pero ¿qué hay de aquellos cuyo sufrimiento es poco comprendido?, ¿qué hay de esos hombres y mujeres a quienes les toca sufrir la mayoría del tiempo en silencio?

Tal vez te identificas con esto. Quizás padeces alguna enfermedad sobre la cual no hay mucha información; puede ser que hayas experimentado una ruptura emocional que para la mayoría es algo trivial, pero que quebrantó seriamente tu corazón o tal vez experimentaste la pérdida de un ser querido, pero al no ser un familiar directo, otros no logran entender la magnitud del pesar que tu alma está enfrentando.

Podemos hablar, por ejemplo, de mujeres que padecen enfermedades poco comprendidas, como la endometriosis, o de hombres luchando de manera silenciosa contra la depresión. Sea cual sea tu caso, puede llegar a ser frustrante no contar con la empatía de familiares y amigos, e inclusive, recibir crítica y juicio por sentirte mal por «cosas insignificantes» a sus propios ojos.

Jesús entiende tu lucha

Encuentra descanso en tu corazón en que, a pesar de que nadie comprenda tus luchas, Jesús sí lo hace. Hebreos 4:15 (NTV) dice que Jesús, «Nuestro Sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó». Él nos extiende la invitación para acercarnos con confianza, porque él es comprensivo, compasivo y no tiene en poco tu dolor.

Jesús lloró con los que lloran y se gozó con los que se gozan. ¿Cuántos menesterosos no habían sido ya olvidados por la sociedad, pero sus vidas cambiaron por completo porque Jesús se detuvo para atender sus necesidades?  Aunque como Bartimeo hoy te enfrentes a personas tratando de silenciarte (Marcos 10:46-52), Jesús te escucha y amorosamente está dispuesto a abrazarte.

Busca crear conciencia sin resentimiento

A pesar de que la gracia de Cristo es suficiente para tu vida, es sabio procurar crear conciencia acerca de tus luchas, no solo por ti, sino por otras personas que se encuentran en tu misma situación y que son juzgadas e incomprendidas. ¡Pero ten mucho cuidado de no expresarte con resentimiento! Muchas veces la gente no ha estado presente, no por falta de amor, sino por falta de información. Verás que muchos te dirán: «¡Todo este tiempo has luchado con esto y yo no lo entendía! Por favor perdóname». Y aunque no lo hicieran, encuentra en el evangelio la fuerza para perdonar libremente.

Tal vez una buena forma de crear conciencia es abriendo tu corazón a una persona de suma confianza, para que esta, a su vez, pueda hablar con tu círculo más cercano y quienes te rodean puedan estar informados acerca de la lucha que estás enfrentando. Si tú eres ese amigo y quieres crear conciencia por amor a tu ser querido, asegúrate de hacer saber a la gente que no estás buscando que le tengan lástima, sino que simplemente sean comprensivos y pacientes ante la situación que enfrenta.

Pero por encima de todo, hoy tienes una buena razón para dormir tranquilo y descansar, porque Dios prometió que, aunque todos —inclusive tus padres— te abandonen, él siempre te mantendrá cerca. No estás solo hoy y no habrá un solo día en el que lo estés.

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