Seguramente ya lo has leído en la Biblia o has escuchado a un pastor decir en su predicación: «¡Todos tenemos por lo menos un don espiritual!». ¡Genial! Pero tal vez lleves años preguntándote: «¿Y cómo lo descubro?, ¿cómo se cuál es el don que Dios me ha dado?». Llegué a conocer a una persona que había hecho un test de dones espirituales y aun así no estaba cien por ciento segura de cuál era ese don con el cual Dios le había capacitado.
Todos los dones son para edificación
Es importante recordar que el propósito de los dones espirituales es edificar a iglesia. El apóstol Pablo le dijo a los corintios: «Por eso ustedes, ya que tanto ambicionan dones espirituales, procuren que estos abunden para la edificación de la iglesia» (1 Corintios 14:12, NVI) En el sentido práctico, esto quiere decir ayudar al crecimiento espiritual de tus hermanos en la fe y aliviar sus cargas.
Todos los dones son espirituales
Otro aspecto importante es saber que todos los dones son espirituales. En 1 Corintios 12-14 encontramos los dones comúnmente denominados sobrenaturales o «milagrosos; entre ellos se encuentran profecía, sanidades, milagros y ciencia. Pero en Romanos 12, encontramos dones como el de servicio, exhortación, liderazgo y generosidad. ¡Estos dones también son dados por el Espíritu Santo! Estos últimos, a pesar de ser vistos como «naturales», son en efecto capacidades especiales que Dios da para la edificación de su pueblo.
Descubramos nuestros dones
Ahora sí, ¿cómo descubro cual es mi don? La realidad es que el Nuevo Testamento no proporciona en ninguna parte alguna orientación explícita sobre cómo identificarlos. Podríamos hablar de excelentes recomendaciones como «orar a Dios y pedir con fe», «anhelarlos fervientemente», pero me quedo con este excelente consejo del pastor Samuel Storms[i] que estoy seguro dará dirección a tu vida:
«Mi recomendación es que los cristianos dejen de permitirse la introspección, simplemente salgan y empiecen a amar y servir a los demás en actos concretos de ministerio. Al hacerlo, estoy seguro de que tu don te encontrará. Abre los ojos y busca a los que lloran. Pide al Espíritu que guíe tus pasos hacia los débiles, los afligidos y los desamparados. Y mientras vas, escucha la voz de Dios para que te conceda una palabra profética que anime y consuele a los que sufren. Saca tus manos de los bolsillos y ponlas sobre los enfermos, suplicando al Señor de la misericordia un don de sanidad. Busca a los que están en apuros económicos y dales generosamente. Identifica a los desesperados y dales palabras de aliento. Cuando la gente esté sin rumbo, abre tu Biblia y enséñales la verdad».
¡En el camino y durante el camino! Sal, ama, ora y sirve. Mientras lo haces, estoy seguro que encontrarás ese don, y muchas veces inclusive los demás lo reconocerán en ti.
[i] Storms, Sam. 10 Questions about Spiritual Gifts. Crosswary. 09/05/2020. Web. https://www.crossway.org/articles/10-questions-about-spiritual-gifts/
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