Sin él, las caídas sólo serían duros golpes, y las metidas de pata, situaciones vergonzosas; el matrimonio sólo sería una telenovela dramática, y estaría prohibido que la familia tuviera un grupo en Whatsapp; el Facebook sería como LinkedIn y los memes dejarían de existir. ¡Gracias a Dios por crear el humor! Sí, el creador de todo el universo también creó la risa; no lo hizo Chaplin, Cantinflas, Chespirito o Mr. Bean, ellos sólo fueron grandes exponentes de un diseño que vino desde el cielo.
Una idea de origen divino
En la Biblia podemos encontrar situaciones que reflejan el humor de Dios, como cuando sanó el corazón de Esaú y dejó que Jacob se hiciera videos pensando que su hermano lo quería matar, o la ocasión en que abrió la boca de la burra para que le hablara a Balaam, pero, ¿qué decir de cuando Jonás no quiso ir a Nínive a predicar y por eso mandó a un gran pez que lo tragara y lo llevara a esa ciudad? Aun así, la cereza del pastel fue cuando le dijo a Abraham que iba a ser padre a los 100 años. Por eso Sara se expresó así en Génesis 21:6: «Dios me ha hecho reír; cualquiera que lo oiga se reirá conmigo».
A Dios le gusta que nos riamos, por eso en Sofonías 3:17 dice que él expresará con cantos de alegría la felicidad que le hacemos sentir. Un padre siempre querrá ver a sus hijos con una sonrisa en su cara, por eso, que si queremos ver a Papá feliz, mostremos sin pena nuestros dientes y de paso acabemos con el estrés, fortalezcamos nuestro sistema inmunológico, rejuvenezcámonos y perdamos unos kilitos de más. Para los que les da pereza ir al gimnasio éste es un muy buen ejercicio.
El buen Patch
Charles Chaplin decía que un día sin reír es un día perdido, pero ¿cómo reír si todo está mal? El reír no solo se trata de una respuesta biológica como respuesta a determinados estímulos, también es una decisión que tomamos para enfrentar momentos no tan agradables. Por eso cada año Hunter Doherty «Patch» Adams, médico y activista estadounidense, organiza a un grupo de voluntarios para viajar a diferentes países vestidos de payasos, todo con el fin de llevar el humor a huérfanos, enfermos y deprimidos de todo el mundo; él sabe que una sonrisa da esperanza, alarga los días y puede evitar el suicidio.
Muchos sabemos de su trabajo gracias a la película «Patch Adams» de 1998, y los que lo conocen personalmente afirman que es más divertido de lo que se muestra en el film, pero esto no siempre fue así. Cuando era adolescente perdió a su padre en la guerra y sufrió de bullying en la escuela, razones por las que se convirtió en una persona con tendencias suicidas, lo que lo llevó en tres ocasiones al hospital por querer terminar con su vida. Pero fue recluido en un hospital psiquiátrico y ahí conoció a Rudy, un hombre que sufría alucinaciones que le daban miedo; Patch, en vez de temerle o ignorarle, decidió hacerlo reír para ayudarlo, logrando que Rudy dejara de temer. Así Patch descubrió que la mejor forma de ayudar es la risoterapia y se convirtió en el médico de la risa.
Existe algo más contagioso que un resfriado o un bostezo: es reír. Quizás nuestra rama no sea la medicina, pero de todas formas necesitamos reír y hacer reír; tal vez así encontremos al amor de nuestra vida o el trabajo perfecto. Recordemos que una sonrisa abre puertas.
«Soy el loco que cree que la risa lo cura todo» (Patch Adams).
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