Hay personas como William Shakespeare, Miguel de Cervantes, Jules Verne o Pablo Neruda, que han dejado un gran legado a la humanidad por sus obras literarias. Sin embargo, ninguna de estas —ni tampoco cualquier otra jamás escrita— se podrá comparar con la influencia y el legado que la Biblia ha provisto para la humanidad.
La Biblia es el libro más vendido y distribuido de toda la historia. Se estima que a la fecha se han impreso alrededor de 5000 millones de copias. La Biblia completa se ha traducido a más de 500 idiomas, y más de 2000 idiomas tienen al menos un libro de la Biblia traducido. Las cifras son contundentes: este libro se ha esparcido por todo el mundo y por más ataques que se presenten en su contra, jamás lo podrán detener, porque este libro —a diferencia de todos los demás— tiene como autor ¡a Dios mismo!
Dios capacitó e inspiró divinamente a aproximadamente 40 escritores bíblicos que vivieron en un período de 1600 años desde Moisés hasta el apóstol Juan. Es sorprendente la sintonía, compaginación y coherencia teológica con la que escriben a pesar de vivir en tiempos y contextos tan distintos, y esto se debe a lo ya mencionado: fueron iluminados para escribir la Palabra de Dios. «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia» (2 Timoteo 3:16, RVR1960).
Ahora bien, más allá de su sorprendentes datos, ¿por qué debo interesarme hoy en día en este libro?
Por su relevancia actual
Si bien el canon bíblico se escribió hace miles de años, la Biblia no deja de ser una palabra actual. El autor de Hebreos dice que «la palabra de Dios es viva y eficaz». Recuerda que el autor de esta obra tiene la cualidad de ser eterno, sabio y poderoso. Sus palabras nunca pasan de moda y tampoco pierden relevancia. Podemos confiar en ella y poner en práctica sus mandatos para comprobar que sus principios siguen siendo efectivos. ¡Dios sigue hablando a través de su palabra viva!
Porque solamente la Biblia nos revela el camino a la salvación
La Biblia es el único medio por el cual conocemos el camino a la salvación, porque esta es el medio por el cual conocemos al Salvador. Sin la Palabra, todas las verdades esenciales que atañen a la vida estarán sujetas a la subjetividad de las personas. Imagínate que hay cientos de personas perdidas en una isla y nadie tiene un mapa. Muchos inventarán teorías y las propuestas estarán sujetas a la imaginación de las personas. Vivir sin la Palabra de Dios es estar aquí en la tierra sin propósito, sin rumbo y sin esperanza. Gracias a Dios, él nos regaló su Palabra para conocerle y conocer los medios que él eligió para recibir la vida eterna. ¡La Biblia nos revela a Cristo Jesús, el salvador de la humanidad!
Recuerda que la Palabra que cambió la historia puede cambiar tu vida el día de hoy. ¡Léela, ámala, créela, vívela!
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