¿Te has puesto a reflexionar cuál será el motivo por el cual se quiere a alguien? ¿Será por elección o es un sentimiento involuntario? Recientemente escuché acerca de una persona que cree que cuando la gente se enamora, es casi en un cien por ciento con compatibilidad y conexión entre ambas personas. Tanto así que quiso demostrarlo haciendo un concurso en el que los participantes fueron asignados a tener conversaciones telefónicas con otros, sin verse en persona, y de entre aquellos con los que hablaran, debían elegir a su pareja ideal.
Al parecer este experimento dio resultado. Algunas de las parejas que se conocieron por medio de él se casaron y han logrado conservar dicho matrimonio por algunos años ya. Según algunas entrevistas, muchos de los participantes comentaron que al eliminar el factor de la apariencia física de la experiencia, era más fácil concentrarse en analizar aspectos que tenían en común, así como tener conversaciones más profundas y pasarla bien. Era más fácil decidir a quién amar. Cuando lograron verse al fin en persona, muchos de ellos ya se amaban tanto como para que la apariencia física pudiera cambiar algo al respecto.
Esto es solo un experimento social, pero sí me puso a pensar en los motivos por los cuales yo he sido amada. Cuando has tenido alguna pareja o relación cercana, ¿alguna vez te has preguntado eso? ¿Qué vio en mí? ¿Por qué decidió amarme?
Jesús, ¿por qué me quieres?
El saber por qué somos amados puede ayudar a nuestra autoestima y a nuestro estado de ánimo. Pero el saber por qué nos ama Jesús puede inclusive moldear nuestra identidad y llevarnos más profundo en nuestro caminar con él. A continuación, quisiera presentarte una lista de algunas cosas que te hacen especial y que Jesús ve en ti cada día.
Inclusive antes de que creyeras en él y tuvieras estas características, él pensó en ti para crearte y te dio el regalo de la salvación. Pero estos elementos tienen un lugar en tu relación con Jesús también.
- Le recuerdas partes que ama de sí mismo, pues fuiste creado a su imagen y semejanza (Génesis 1:26).
- Ama tu compañía y pasar tiempo contigo (Salmos 145:18-19).
- Eres su hijo precioso (1 Juan 3:1). También eres su esposa elegida (Oseas 2:19).
- Te considera un amigo con quien comparte cosas especiales (Juan 15:15).
- Te ocupas en obedecerlo y eso lo hace feliz (Juan 14:23).
- Amas y te preocupas por aquellos que él ama (Mateo 25:37-40).
- Has caminado con él y creado memorias de momentos importantes que has vivido a su lado (Job 23:10).
- Eres una obra de arte hecha por él, de sus propias manos, que le pertenece (Jeremías 1:5).
En Jesús, siempre tenemos disponible esa conexión de la que hablaban las parejas del experimento social. Solo hace falta pasar tiempo con él para darnos cuenta de lo maravillosa que puede ser nuestra relación.
El día de hoy no lo olvides, tú eres importante para Jesús. Estas son solo algunas razones; seguramente puedes pensar en muchas más según lo que conoces de él. Él te ama con amor eterno y no solo hoy sino que su deseo es pasar toda una vida junto a ti. Aférrate a ese amor.
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